La historia comienza cuando Christopher encuentra al perro de su vecino muerto en el jardín, y es culpado inicialmente del suceso. A partir de aquí, la rutina y el orden que Christopher había creado en torno a su vida se van desmoronando poco a poco mientras investiga quién fue el verdadero asesino del perro.
Cuando era joven, el autor de la obra, Haddon, trabajó con personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista), lo que le ha permitido describir con fiabilidad los pensamientos de su protagonista.
Ganó en 2003 el premio Libro del Año Withbread, en 2004 el Premio para Escritores de la Commonwealth como mejor primer libro y en 2005 el premio al Mejor Primer Libro para Jóvenes Lectores.